viernes, 25 de noviembre de 2016

Toda la culpa la tiene la sociedad!!!


La sociedad tiene muy marcada la idea de que nacemos, crecemos y luego hay que formar una familia, es muy difícil ser una chica Rokitansky en el mundo en que vivimos, ya que día a día la sociedad sin darse cuenta nos recuerda que somos diferentes. Por mucho que nos digan “siéntete afortunada”, “de lo que te salvaste”, “Tranquila no tienes por qué sentirte diferente”, hay otras cosas que nos refriegan en la cara que no tenemos los mismos derechos ni oportunidades que el resto, como los simples trámites cotidianos, por ejemplo cuando queremos postular a un subsidio para tener nuestra casa propia, es mucho más complicado hacer el trámite porque siempre tienen prioridad las mujeres con hijos y ahí yo me pregunto: ¿Acaso si no eres madre no existes? A veces por decisiones propias o familiares algunas chicas no tuvimos la oportunidad de tener un trabajo tan bien remunerado que pueda sustentar la idea de una casa propia o para poder adoptar un bebé y así cumplir nuestro sueño y ahí volvemos a lo mismo cuando llegamos al SENAME o cualquier centro de adopción y nos preguntan: ¿tiene casa propia?. Muchas veces nos frustramos y nos surge de nuevo la pregunta ¿por qué a mí?  Y nos volvemos inseguras y nuestra autoestima disminuye, pero que hacer con eso? Es nuestra culpa? Yo creo que que no sacamos nada con echarnos la culpa a nosotras si no pedimos nacer así, lamentablemente nacimos en una sociedad donde prima la familia y luchar contra eso es luchar contra la corriente.

También en este país están incentivando que las mujeres sean madres, gracias a todos esos bonos que regala el gobierno pero si están tan a favor de la familia y de la maternidad, ¿por qué nos cierran las puertas en la cara cuando decimos que nosotras también queremos ser madres? Y ahí pienso en todas esas mujeres infértiles que se lograron juntar y gracias a su lucha lograron impulsar medidas para que los tratamientos como la fertilización in vitro fueran más accesible a todos los estratos sociales y hoy en día hay muchas parejas felices que lograron formar su familia…¿y nosotras acaso no tenemos derecho? Sólo  por ser una entre 5000 quedamos en el olvido simplemente por ser una minoría. Es muy difícil ser una chica Roki sin complejos ni frustraciones, porque la sociedad se encarga de pisar cada sueño que tienes.

Que ganas de lograr reunir a todas las chicas Roki de Chile y decirle a la Sra Bachelet: “mire, no soy la única chilena con este síndrome así que necesitamos que haga algo para que podamos cumplir nuestros sueños como mujeres y así poder vivir como cualquier mujer en Chile”

Espero que más pronto que tarde se vayan concretando nuestros proyectos y podamos sacar la voz y así conseguir un lugar en la sociedad.

martes, 19 de julio de 2016

mi libro "Una entre 5000"


Les presento mi libro, "Una entre 5000" en el cual cuento con más detalles todo lo que ha sido vivir con rokitansky. Tienen que entrar a este enlace y registrarse para poder comprarlo. Espero que les guste.


http://www.autoreseditores.com/libro/6910/rosa-pizarro/una-entre-5000.html



si no menstruo acaso no soy mujer?

Desde que me convertí en adolescente o incluso un poco antes ya escuchaba a la gente decir: “le llegó la regla, ya se convirtió en mujer” y así en mis sueños inocentes esperaba ese gran momento, momento que nunca llegó entonces… ¿en qué momento me convertí en mujer? ¿Acaso por no menstruar no soy mujer? Me miro al espejo y me veo como cualquier mujer, y me surge la interrogante: ¿Cuándo me convertí en mujer si nunca he menstruado? Y eso me lleva a comprender que como mujeres rokitansky tenemos etapas o procesos distintos. Que tengo que asumir eso porque si trato de compararme con el resto sufriré toda la vida y solo perderé el tiempo. Así que pienso que nos hacemos mujeres cuando nos SENTIMOS MUJERES,  cuando nos miramos al espejo y vemos que nos aparecieron pechos, se nos ensancharon las caderas y queremos vernos lindas para los hombres después que pasamos años sin querer jugar, hablar, etc, con ellos. No podemos decir un momento exacto, al igual que cuando pasan los años y maduramos, siempre he pensado que la gente común madura a la fuerza, hoy en día hay muy pocas mujeres que se embarazan porque “se pusieron en campaña”, es decir, porque programaron o planearon tener un bebe en ese momento porque se sentían preparadas, pero no, la mayoría se embaraza porque no se cuidaron, porque sacaron mal la cuenta o se les olvidó tomarse la pastilla. Y es en ese momento en que tienen que madurar porque tienen que hacerse cargo de un ser indefenso que solo depende de ellas, así sin darse cuenta sus prioridades, su forma de pensar y su tiempo cambian de un día para otro. Nadie les preguntó si querían madurar, ni ellas decidieron madurar porque era el momento. ¿Pero qué pasa con nosotras?, si no tenemos ese motivo para madurar.
A los 23 años, cuando me dieron el diagnóstico asertivo y me dijeron sin ética ni cuidado que no tengo útero y tampoco tenía vagina, tuve que asumir realmente que yo siempre tendría otra realidad y veía a mis amigas y amigos comenzar a ser familia y a cambiar su forma de ser. Mientras yo seguía igual, esas amistades se alejaron de mí y yo de ellas, porque ya no compartíamos los mismos intereses y los hijos les hicieron cambiar y madurar.
Tengo 30 años y hoy puedo decir que estoy madura, lo siento porque puedo hablar ciertos temas sin tapujos, me hago cargo de mis errores y me tengo que sustentar por mis propios medios y actúo pensando en las consecuencias. Trato de encontrar el momento en que maduré pero me cuesta, quizás fue en el momento en que caí en depresión y me encontré con mi misma hace un par de años, quizás tenemos que pasar por alguna situación dolorosa para poder madurar y crecer. Tal vez el emparejarme con un hombre que ya estaba maduro me ayudó, no lo sé, sólo sé que no fue a la fuerza como muchas de mis amigas. Y me vuelvo a preguntar, ¿eso está bien? y luego digo, ¿y qué importa? Basta de querer ser como el resto, si soy feliz así genial!!! Los demás que sigan tratando de verse felices en el sistema en que están inmersos.

domingo, 26 de junio de 2016

Baby shower

A pesar de que para una chica roki es imposible quedar embarazada, a nuestro alrededor existe una realidad que no podemos ignorar, muy a menudo llegan las noticias de que alguna mujer de nuestro círculo está embarazada, claro, es algo lo más natural y cotidiano del mundo, es por eso que lo cuentan con mucha naturalidad, mientras nosotras tratamos de hacer oídos sordos frente al tema para que no nos afecte. Mal que mal ellas no tienen la culpa que la naturaleza nos prive de eso.
Como vivimos en un mundo muy comercializable, se creó ese evento tan detestado por mí…el Baby shower, si bien es una celebración para el bebé que viene en camino, donde hay juegos, risas y diversión, pero muchas veces se convierte en un evento no grato e incómodo para mí, ya que al final llegan en su mayoría mujeres que ya han sido mamás y lo único que hacen es hablar de sus hijos y yo ahí quedo sin poder comentar nada y solo sintiendo que soy una mujer diferente, a veces un bicho raro y rogando para que hablen de otra cosa y sobre todo para que no me pregunten “¿y tú cuándo?”
Hace poco tiempo atrás me llegó una de esas invitaciones para el baby shower de una gran amiga, claro quería que fuera parte de ese momento especial, pero…¿qué hacer en esos casos? Decirle directamente ¡No iré, porque me sentiré un bicho raro por no poder vivir lo mismo que todas! Con la posibilidad de que ella lo tome mal y no se ponga en mi lugar y jamás entienda que a mí me afecta no poder embarazarme…
…O tengo la opción de dejar todos esos sentimientos escondidos en mi mente, asistir al baby shower y hacer como que no pasa nada, celebrar y compartir la alegría de mi amiga por su bebe 
Hay muchas veces que trato de excusarme lo más posible para no asistir y evitarme el mal rato, pero hay otras veces que es imposible decir que no por el lazo que existe. .
Después de pensarlo mucho decidí ir,  con mucho temor a que me excluyeran llegué a su casa y debo reconocer que al principio fue incomodo, ya que llegué sola, en cambio todas mis amigas fueron con su pareja, así que peooor!!!! Si hubiese sabido que todas irían acompañadas también hubiese llevado a mi pareja, pero no…ahí estaba yo sola, muy tímida rogando para que pasaran rápido las horas. Inevitablemente tuve que aguantar la maldita pregunta “¿y tú cuándo?” A lo que yo respondía: “Estoy bien así, mejor disfrutar de los bebes ajenos” aunque por dentro me moría de ganas de vivir todo eso.
Afortunadamente no tuve que hacer nada que me incomodara, y que me recordara mucho más que soy una chica roki. Me camuflé con los jóvenes que aún estaban solteros y sin hijos así que después de un rato pasé desapercibida. Así que la incomodidad disminuyó bastante. Ahora solo espero no recibir una de esas invitaciones en muuuucho tiempo más.