jueves, 31 de julio de 2014

Recordando mi operaciòn

Hay cosas en la vida que si no te matan te hacen más fuerte, hay veces en que tienes que vivir las situaciones para darte cuenta de que te la puedes, de lo realmente fuerte que puedes llegar a ser. Cuando me hablaron de la cirugía entré en pánico y no me atreví a someterme a eso, ahora después de años ya puedo decir con la frente en alto, y con una cicatriz que es una especie de sonrisa en mi abdomen, lo logré, pude hacerlo!!!!! Cuando quise comenzar mi vida sexual, recién ahí empecé a recopilar información, recién ahí supe que era una “chica roki” y lo más importante de todo…no era la única. Gracias a la tecnología todas mis interrogantes fueron desapareciendo y también descubrí que existía la opción de las dilataciones, pero lamentablemente fue muy tarde ya que en menos de un mes me operaba, ya tenía todo listo y después de haber esperado más de un año para obtener la operación elegí seguir adelante, ya había tomado la decisión así que tenía que enfrentarlo. No fue fácil tomar la decisión, pero ayudó mucho leer las experiencias de otras chicas y saber que ahora hacían una vida normal y claro el apoyo incondicional de mi pareja de ese entonces sobretodo.
…Y ahí llegué, un día 31 de marzo del 2010, lista para operarme, nerviosa, asustada, ansiosa para realizarme una vaginoplastia con intestino…con mi bolso y con todas las esperanzas de que saldría de ahí diferente, con una etapa cumplida, que después de eso tendría una nueva vida.
Recuerdo que les conté a muy pocas personas que me operaría, creo que a nadie le dije lo que realmente me haría, dí mil versiones diferentes jajaja porque no estaba preparada para contárselo al mundo.
Al llegar allá deje de ser Rosa y pasé a ser la paciente “rokitansky”, fueron 8 días que estuve hospitalizada, recuerdo que me llevaron a pabellón muy temprano, fue a primera hora, yo con muchos nervios observaba a mi alrededor, había mucha gente, mientras la enfermera me llenaba de cosas hasta que me puso la mascarilla ( y con eso la anestesia general) y ahí no supe más hasta que desperté en la sala de recuperación: Impactada, asustada y ansiosa de verme, comencé a moverme mientras de a poco se iba quitando el efecto de la anestesia. Me doy cuenta que tenía una sonda y un parche enorme en el abdomen, me imaginé que tenía un corte muy grande y en la que sería mi nueva vagina solo sentía que tenía muchos puntos. Me dolía mucho, a menudo pedía que me colocaran medicamentos para el dolor...pero oseaaaa!!! me acababa de operar de algo no muy sencillo ademas, era obvio que me dolería, no conozco a nadie que se haya sometido a alguna operación y no haya tenido ni un mínimo dolor. Afortunadamente fueron pasando los días y los dolores fueron disminuyendo y al octavo día llega la tan esperada frase “ estas de alta, te puedes ir a tu casa”. También recuerdo que me sentí muy sola, ahí me di cuenta de las pocas amigas verdaderas que tenía, ya que solo me llamaban por compromiso o solo por cumplir…Luego conocí los famosos dilatadores, los cuales me provocaron mucho dolor al colocarlos, recuerdo que me los tenia que colocar por 15 minutos en la mañana y 15 minutos antes de acostarme, fue bastante incomodo ese proceso, quizá me frustre porque no me entraba el primer dilatador de muchos, así que el doc me dio otro más pequeño y todo fue mejorando hasta que después de 6 dilatadores aproximadamente, logre tener relaciones sexuales normales,me sentía cómoda así que los dejé y hay están guardaditos en un rincón...espero que se queden ahi por siempre...


En esos días que estuve hospitalizada, alguien me dijo “ te operaste solo para tener sexo…” y  me quedó muy grabada esa frase, una frase para reflexionar…primero que todo, que hay de malo en querer tener una sexualidad plena??? Concuerdo con toda la gente que dice que nosotras somos normales, así que pensé que querer tener una vida sexual como todas las mujeres simplemente es un derecho que tengo por ser mujer!!!! Según mi punto de vista es algo muy importante y complementario en una relación de pareja y va más allá de tener sexo, ya que uno puede tener sexo de muchas maneras sin llegar a la penetración, todo va en la comunicación, confianza e imaginación de nosotras mismas y del hombre que tengamos como pareja. sin duda es algo que se debe decir con madurez y pensando en nosotras mismas y no en el resto, ni menos para complacer a un hombre. El sexo se puede vivir de muchas maneras, estuve más de un año con mi pareja sin poder tener relaciones sexuales, dejamos fluir la imaginación todo ese tiempo y ninguno de los dos se sintió con esa carencia, pero ya pasado un año yo sentí que estaba preparada para dar el gran paso, sentí que me merecía disfrutar la sexualidad en todo su esplendor, lamentablemente supe tarde que podía ir creando mi vagina mediante dilataciones, quizás me hubiese demorado mucho tiempo más pero me hubiese evitado muchas cosas…admiro a las chicas que solo han usado las dilataciones e invito a quién se quiera atrever a regalarme unas líneas para mi próxima entrada del blog, quien se anima??? (Recuerden que este blog solo lo leemos nosotras) les dejo la invitación ;)

miércoles, 9 de julio de 2014

comò, no te ha llegado la regla???? :O

Todo comienza en ese instante cuando comienzas a dejar de ser una niña para convertirte en adolecente, Aun me acuerdo cuando me comenzaron a crecer los pechos, me salió bello al igual que mis compañeras de colegio y mi prima que tiene mi misma edad, hasta ahí todo iba bien, me sentía una chica normal, pero a medida que pasaba el tiempo veía como a mis amigas y a mi prima le llegaba la tan esperada menstruación, pasaban los meses, los años y yo nada!!!! Todo tu alrededor comienza a hablar del tema, en mi familia fueron imposibles las comparaciones con mi prima, cada vez que habían reuniones familiares me preguntaban te llegó? Mi mamá para no incomodarme creo yo, le bajaba el perfil al tema diciendo, no pero ya le llegará…hasta que terminamos diciendo que si me había llegado para evitar los comentarios…mi mamá nunca le dio mayor importancia al tema (por lo menos delante mio) hasta que fueron pasando los años…mientras, yo tenía que convivir a diario con las conversaciones y susurros de mis compañeras comentando sus experiencias, que situación más incómoda!!!!!! Esos momentos en que tu solo dices “trágame tierra”, y ruegas para que cambien de tema pronto…ahí es cuando comienzo a sentirme rara, diferente y sin saber que pasaba en mi interior. Ya a los 15 años aun no me llegaba la menstruación y mi mamá tomó la decisión de llevarme al médico…me comenzaron a hacer exámenes, me enviaban de un médico a otro, en las ecografías veía que el doctor ponía cara rara, como que no podía creer lo que veía, y miraba y miraba buscando algo y yo ahí sin entender nada, en esa época ya hace 13 años atrás todo esto era parte del tabú, el sistema reproductor, las relaciones sexuales era algo del cual no se hablaba libremente, por lo que la doctora con los exámenes en mano y después de haberme tratado de palpar la vagina (que momento más doloroso) llama a mi mamá a su oficina y a mí me hacen salir, así que solo le explica todo a ella y yo, las más interesada en saber que pasaba, seguía con las interrogantes y sin saber nada…luego sale mi mamá y me cuenta que no tengo útero, por eso no tenía ni tendría jamás menstruación  tampoco podría quedar embarazada…y además (por si fuera poco) cuando quisiera tener relaciones me dolería DEMASIADO!!!! Esa última frase me quedó grabada hasta el día de hoy…luego me derivaron a otro doc para ver alguna solución, yo en ese momento sin entender mucho todavía y muy asustada y sintiéndome ya un bicho raro, llego donde el doc, me pregunta la edad y me explica que tengo el himen imperforado y que solo habría que hacer un pequeño “tajito” y listo, problema resuelto!!! Pero aconsejaba que la operación se realizara cuando yo quisiera comenzar mi vida sexual. Yo no quise operarme porque ya tenía el autoestima muy baja y con esto peor!!! Pensé que ningún hombre me amaría por fea y más encima porque no podría tener hijos y las relaciones sexuales serian complicadas, asi que no me iba a someter a ninguna operación, no iba a sufrir más de la cuenta  por nada y me dio pánico imaginarme en el quirófano. Era mucha información en tan poco tiempo,  por lo mismo metí a un baúl dentro de mi cabeza todo lo que me habían dicho y lo cerré con mil llaves, ni mi familia ni yo volvió  a hablar del tema, yo creo que mi mamá también creyó que yo era la única mujer que había nacido con eso y tuvo miedo de que los doctores me utilizaran como conejillo de indias, así que tampoco me obligó a operarme y desde ahí trate de vivir mi vida, con ese secreto a cuestas y de alguna manera haciéndome “normal” frente a las demás chicas.